top of page

Fotógrafos europeos II: Axel Hütte

  • Carolina Núñez
  • 2 may 2016
  • 2 Min. de lectura

La idea de viaje se encuentra ligada a la obra de Axel Hütte ya desde sus primeros trabajos, realizados en blanco y negro, con pequeño formato, y absoluto fieles a las enseñanzas de los Becher y la Escuela de Dusseldrof, con ese concepto esencialista de nueva objectividad. Los pasajes subterráneos de Londres –en la serie London (1982-2003), la más larga de las desarrolladas hasta la fecha por el autor-, realizados en blanco y negro de pequeño formato, de sólo 66x80 cm., son después recuperados en color en la década siguiente, ya con un tamaño mayor (162x205 cm). Ambos trabajos marcan un comienzo urbano pero preocupado por las sombras y la oscuridad, por ese umbría que permanecerá siempre en todos sus paisajes posteriores. Este viaje interminable le llevara en los años posteriores a recorrer el sur de Europa –Spain, Italy, Portugal (1989-1996)- como un viajero nórdico romántico, recuperado los fondos de paisaje del Renacimiento. Pero Hünte es un fotógrafo, no un pintor, y es cobre todo, un hombre de su tiempo: sus paisajes están enmarcados en construcciones rurales, en restos de estructuras industriales, y solo los fondos siguen reflejando la quietud de la naturaleza, si bien ya alterada para siempre por la mano del hombre y la industria. En estas imágenes, sus formatos ya son superiores a los dos metros de largo, y el blanco y negro ha quedado relegado a las primeras imágenes de esta serie.

Fiel a las bases de la nueva objetividad, sus trabajos excluyen sistemáticamente la figura humana (excepto en la serie de Porträt II, con fotografías en blanco y negro de artistas y personajes de la cultura) y se estructuran en series muy elaboradas, en las que Hütte se centra básicamente en la arquitectura de la ciudad y en una naturaleza majestuosa de belleza evocadora y silenciosa. Viajero solitario, todas las imágenes de Hutte son construcciones escenográficas en las que el espectador sitúa en el lugar de la observación, igual que la pintura romántica. Observamos el paisaje acontrumbados por la belleza de la perfección y la distancia que el artista nos presenta. Ese es uno de los logros de la “fotografía objetiva”: el alejamiento emocional del espectador. Sus paisajes nos muestran desde el principio su absoluta imposibilidad de ser penetrados.

Sus trabajos más reconocidos internacionalmente son las series de paisajes iniciadas en 1994 con los títulos de Fog (1994-2003, que incluye imágenes de Suiza, España, Islandia, Alemania y Hawai), y Tropics (1998-2002, sobre Australia, Sudáfrica, Costa Rica, Brasil…). A ellas les seguirán imágenes de paisajes, ya sean estos urbanos o naturales. En todas ellas, el elemento unificador de sus paisajes, ya sean urbanos o naturales, se encuentra en la importancia atribuida por el autor a la densidad y profundidad de la oscuridad, al tratamiento de la luz como una herramienta capaz de construir un ambiente de quietud y misterio. Los paisajes de insondable belleza de Hütte han dado una nueva dimensión objetividad.

 
 
 

Comments


Posts Destacados
Posts Recientes
Búsqueda por Tags
Síguenos
  • Facebook Classic
  • Twitter Classic
  • Google Classic

© 2023 por Enfoces fotograficos. Creado con Wix.com

bottom of page